Un informe presentado durante la COP27 sacó a la luz otro dato alarmante sobre el calentamiento global. Según la Organización Meteorológica Mundial, los últimos 8 años deben haber sido los más cálidos registrados.
El organismo, vinculado a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), también destacó que este calentamiento se traduce, entre otras cosas, en contribuir a las frecuentes olas de calor que se registran en distintas partes del mundo.
En el verano de 2022, los habitantes del sur de Brasil fueron sorprendidos por olas de calor cuyas temperaturas superaron los 40°C, con una sensación térmica cercana a los 50°C en algunas localidades.
La Organización también recordó que estas olas de calor, acompañadas de períodos de extrema sequía e inundaciones devastadoras, generaron daños por miles de millones de dólares.
Entre los hallazgos más alarmantes del estudio se encuentran:
- Niveles récord de concentraciones de gases de efecto invernadero;
- Temperatura media mundial 1,15°C por encima de la media preindustrial;
- Glaciares en Europa con récord de derretimiento;
- Registro en la tasa de aumento del nivel del mar;
Ya en la apertura de la COP 27, el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, dijo: “estamos en el camino hacia el infierno climático con el pie en el acelerador”.
En la oportunidad, hizo un llamado de financiamiento a las naciones más vulnerables en términos climáticos. Advirtió que es muy importante que las dos principales economías del mundo, Estados Unidos y China, cooperen en un pacto financiero en torno al medio ambiente.
Cabe señalar que las dos potencias fueron las responsables de crear el Acuerdo de París, un tratado climático internacional que prevé la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
A pesar de los esfuerzos presentados cada año por los países, los resultados aún están por debajo de lo necesario para evitar el daño climático.
Se estima que si el ritmo de perturbación ambiental continúa como hasta ahora, a finales de este siglo llegaremos al nivel de aumento de 2,5 grados centígrados, lo que sería catastrófico para el planeta.
En este escenario, la cooperación global es fundamental en términos de reducción de la emisión de gases de efecto invernadero, una revisión urgente de nuestros hábitos de consumo y alimentación y la adopción de políticas serias y objetivas para la preservación del medio ambiente.